El Tanino: una historia antigua, como la tuya
La historia del tanino tiene orígenes muy antiguos. Antes del descubrimiento del proceso de curtición, los hombres sabían de su existencia.
Su actividad de cazador-recolector podría garantizar una dieta que contiene variedades de bayas, frutas y raíces naturalmente ricas en tanino, un poderoso antioxidante, que contribuyó significativamente al equilibrio de la flora intestinal.
Por esta razón, hoy en día, la reintroducción de los taninos en nuestra dieta, por ejemplo, a través de extractos de granada o de los taninos naturalmente contenidos en el vino o en el té, puede ser la fuente de importantes suplementos para la salud humana.
Aunque nadie puede estar seguro de ello, es muy probable que nuestro encuentro con el tanino haya sido empírico o completamente casual.
Una intuición que llevó al nacimiento de un proceso indispensable para la evolución de la civilización humana: el curtido vegetal.
El cuero se ha utilizado (y en muchos casos se sigue utilizando) como arnés para caballos y animales de trabajo, sandalias, cinturones, alforjas, carcaj, accesorios para armas, como escudos y armaduras, cubiertas de libros. También era un material que se podía encontrar en máquinas industriales e incluso en los tanques de guerra del siglo XX.
La Prehistoria y el Tanino
El curtido vegetal en la historia antigua
El Tanino en la Edad Media y en el Renacimiento
El Tanino y las plantas del Nuevo Mundo
1796: el nacimiento del término "Tanino"
La Revolución Industrial y la invención del tambor
El Tanino y las dos guerras mundiales
El Tanino en el siglo XX
El curtido vegetal
Hoy en día, el tanino se usa con éxito en una variedad de aplicaciones. Pero sigue siendo el protagonista indiscutible del proceso de curtido vegetal, una antigua tradición artesanal que aún hoy se basa en los mismos principios utilizados durante la Edad Media y el Renacimiento. Un proceso que proporciona cuero de alta calidad, capaz de durar en el tiempo.