El Tanino a tus pies

Dice un viejo refrán: «Antes de juzgar a alguien, primero tienes que caminar en sus zapatos».

Sin embargo, para muchas personas, el miedo a ser juzgadas se asocia a ese preciso momento en el que se quitan los zapatos.

El mal olor de los pies es un problema generalizado y que todavía se considera un tabú.

Las soluciones que se encuentran en comercio no resuelven definitivamente el problema, que vuelve cíclicamente a repetirse.

Pero para evitar la formación del mal olor en los zapatos hay un aliado poderoso: el tanino.

Los zapatos realizados enteramente con cuero curtido al vegetal contienen grandes cantidades de tanino. Gracias a sus peculiares cualidades, contrarrestan los olores desagradables y prolongan la vida útil del calzado.

Si te interesa este argumento entonces sigue leyendo, ponte cómodo y quítate los zapatos.

Cómo eliminar el mal olor de los pies: un problema generalizado

Para algunos es un tema incómodo, sin embargo, el mal olor de los pies es un problema generalizado, que afecta indiferentemente a hombres, mujeres, niños y adultos.

Una investigación realizada en 2012 por el IPFH (Institute for Preventive Foot Health) destacó que 16 estadounidenses mayores de 21 años han experimentado el famoso «olor a pata». Esto significa alrededor de 36 millones de persona sólo en los EE.UU.

En Internet se multiplican las búsquedas relacionadas al tema como por ejemplo «cómo eliminar el mal olor de los pies» o «curar el olor a patas».

Los resultados que se encuentran son a menudo productos como aerosoles o pomadas para los pies, que tienen una acción limitada en el tiempo y tienen un costo considerable, o los clásicos «remedios de la abuela», todos ellos muy creativos pero de dudosa eficacia.

El mal olor de los pies: los resultados de una búsqueda en EE.UU.

%

Es el porcentaje de población masculina de los EE.UU. que ha padecido mal olor en los pies...

... es decir el equivalente de 36 millones de personas

La población analizada era mayor de 21 años

Fuente: Institute for Preventive Foot Health. «National Foot Health Assessment» (EE.UU.), 2012

Por qué los pies huelen mal: verdades y falsos mitos

Las informaciones que circulan a menudo sobre el mal olor de los pies son imprecisas, y a veces, falsas.

Existe el prejuicio que el principal responsable del problema es quien, precisamente, lo padece, porque no se preocupa por su propia higiene personal o posee alguna supuesta «característica congénita» (como la sudoración excesiva) que causa el olor.

Son falsos mitos que buscan socavar la autoestima y aumentar la sensación de incomodidad, especialmente en todas aquellas circunstancias que llevan a quitarse los zapatos en público (en el gimnasio, en un negocio, visita del médico, etc.).

Algunos puntos a aclarar:

¿El mal olor se debe al sudor de los pies?

Verdadero/Falso. El sudor es en parte responsable del mal olor de los pies, especialmente en casos de bromhidrosis plantar, es decir, sudoración excesiva con formaciones de malos olores, muy frecuente entre adolescentes y adultos jóvenes. Pero esa no es la única causa.

¿El mal olor de los pies está siempre relacionado con una mala higiene personal?

Falso. Lavarse los pies varias veces al día puede dar un alivio momentáneo, pero no es la solución al problema.

¿Los aerosoles y las pomadas eliminan el mal olor de los pies?

Falso. Estos remedios tienen una eficacia limitada: el mal olor de los pies puede volver a distancia de tiempo. Además, los aerosoles, talcos y pomadas pueden ensuciar, y a largo plazo, estropear el interior del calzado y arruinar los calcetines.

¿Y si fuera el punto de vista incorrecto? Todas las soluciones contra el mal olor consideran al pie como la fuente del problema. ¿Y si el «culpable» fuera el tipo de zapato?

Cuando uno camina descalzo, el olor es casi imperceptible, porque al contacto directo con el aire, el pie transpira. La transpiración regula la temperatura y también la sudoración, que es responsable de la actividad bacteriana.

El interior del zapato es húmedo y caluroso: la sudoración aumenta y las bacterias se multiplican, moviéndose del pie al calzado y viceversa. Incluso si el pie es lavado y desinfectado, tan pronto como entra a contacto con el zapato es atacado de nuevo por las bacterias. Y así comienza, otra vez, un nuevo ciclo.

La cantidad de sudor segregada en 24 horas, suele estar entre 0,5 – 0,8 l. La producción de sudor puede verse afectada por varios factores, como la fiebre, debilidad, tensión emocional, actividad física, el consumo de determinadas medicinas (como morfina, antipirético) o el exceso de alcohol.

El sudor se compone principalmente de agua y vitaminas, sales, glucosa, urea y aminoácidos. Producido por las glándulas sudoríparas, el sudor es completamente inodoro y representa uno de los mecanismos fundamentales de la termorregulación ya que la evaporación absorbe el calor (alrededor de 580 kcal por litro) induciendo el enfriamiento de la superficie del cuerpo.

En la piel del cuerpo humano (como así también en el pie) hay diferentes tipos de bacterias, en su mayoría inofensivas, que se alimentan de sustancias orgánicas presentes en el sudor. En 1 cm2 de piel puede haber unos 10 millones de bacterias. Podemos definirla como la «flora de la piel». Estas bacterias están presentes principalmente debajo de la planta del pie y en las axilas.

Las bacterias del pie se alimentan de los aminoácidos que se encuentran en el sudor y las células muertas de la piel y las degradan en ácidos grasos de cadena corta, sustancias volátiles desagradables al olfato. En particular, ácido valerico, ácido butírico y ácido acético. El característico «olor a pata», que recuerda el aroma del queso y el vinagre, es el resultado de su combinación.

El zapato actúa como una «incubadora» para las bacterias: la temperatura sube y la humedad aumenta: son las condiciones ideales para su proliferación, especialmente en presencia de materiales sintéticos. Más bacterias significa más mal olor. Los aerosoles y desodorantes tienen una acción limitada en el tiempo.

El cuero curtido al vegetal es transpirante, por lo que el pie permanece seco y a una temperatura ideal. Las moléculas de tanino neutralizan las bacterias, previniendo de forma natural la formación de malos olores.

Cuando uno camina descalzo, el olor es casi imperceptible,porque al contacto directo con el aire, el pie transpira. La transpiración regula la temperatura y, también la sudoración, que es responsable de la actividad bacteriana.
El interior del zapato es húmedo caluroso: la sudoración aumenta y las bacterias se multiplican, moviéndose del pie al calzado, y viceversa. Incluso si el pie es lavado y desinfectado, tan pronto como entra a contacto con el zapato es atacado de nuevo por bacterias. Y así se empieza de nuevo.
La cantidad de sudor, segregada en 24 horas, suele estar entre 0,5 – 0,8 l. La producción de sudor puede verse afectada por varios factores, como la fiebre, debilidad, tensión emocional, actividad física, toma de ciertos medicamentos (como morfina, antipirético) o exceso de alcohol.
El sudor se compone principalmente de agua y vitaminas, sales, glucosa, urea y aminoácidos. Producido por las glándulas sudoríparas, el sudor es completamente inodoro y representa uno de los mecanismos fundamentales de la termorregulación ya que la evaporación absorbe el calor (alrededor de 580 kcal por litro) induciendo el enfriamiento de la superficie del cuerpo.
En la piel del cuerpo humano (como así, también en el pie) hay diferentes tipos debacterias, en su mayoría inofensivas, que se alimentan de las sustancias orgánicas presentes en el sudor. En un cm2 de piel puede haber unos 10 millones de bacterias. Podemos definirlos como «flora de la piel». Están presentes principalmente bajo la planta del pie y las axilas.
Las bacterias del pie se alimentan de los aminoácidos que se encuentran en el sudor y las células muertas de la piel y las degradan en ácidos grasos de cadena corta, sustancias volátiles desagradables al olfato. En particular, ácido valerico, ácido butírico y ácido acético. El característico «olor a pata», que recuerda al queso yal vinagre, es el resultado de su combinación.
El zapato actúa como una «incubadora» para las bacterias: la temperatura sube y la humedad aumenta: son las condiciones ideales para su proliferación, especialmente en presencia de materiales sintéticos. Más bacterias significa más mal olor. Los aerosoles y desodorantes tienen una acción limitada en el tiempo.
El cuero curtido es transpirante, por lo que el pie permanece seco y a una temperatura ideal. Las moléculas de tanino neutralizan las bacterias, previniendo de forma natural la formación de malos olores.

Cómo se hace para quitar el mal olor de los zapatos

 

Es posible eliminar el mal olor de tus zapatos sin recurrir a polvos y aerosoles químicos, farmacéuticos o naturales. Simplemente debes elegir zapatos curtidos con tanino vegetal, un material que respeta la fisiología del pie: es transpirante, absorbe el sudor y es capaz de prevenir la aparición de malos olores.

Zapatos transpirantes

Capaces de absorber el sudor

Equilibra la flora de la piel

Taninos: naturalmente eficaces

Estas características se encuentran fácilmente en el cuero curtido al vegetal: materiales de origen natural que recrean un ambiente ideal para el pie, absorbiendo el sudor y manteniendo la piel seca.

Los taninos, naturalmente, eliminan los microorganismos responsables del mal olor.

El cuero, por ejemplo, puede contener hasta la mitad de su peso compuesto por taninos.

Los zapatos de cuero curtido al vegetal con taninos no actúan por inoculación para las bacterias responsables del mal olor. De hecho, el sudor es absorbido por la piel cada vez que nos quitamos los zapatos.

Cuando nos ponemos de nuevo el calzado, el pie entra en un ambiente seco, libre de bacterias.

Materiales sintéticos y proliferación de bacterias

Muchos zapatos en el mercado están hechos de materiales sintéticos, que no son transpirantes y no absorben el sudor, creando las condiciones para la proliferación de bacterias.

Las zapatillas deportivas (o sneakers) son un ejemplo perfecto, muy de moda últimamente.

En estos casos, el uso de plantillas de cuero curtido al vegetal o la implementación de revestimientos internos de cuero curtido al vegetal contrarrestan eficazmente el mal olor de los zapatos.

Hoy en día, afortunadamente, se pueden encontrar zapatillas deportivas (o sneakers) y otros tipos de zapatos que contienen algunas partes en cuero curtido al vegetal con taninos.

Del zapato al laboratorio

Para las bacterias, nuestros zapatos son ecosistemas reales y concretos. Y como siempre sucede en la naturaleza, las características de un ecosistema afectan significativamente las formas de vida que lo habitan. Los científicos han intentado entender, en detalle, cómo la presencia del tanino en el zapato condiciona la vida bacteriana. Y los resultados han sido sorprendentes.