“No más uso del cuero para los interiores de la Tesla”. Con esta frase, Elon Musk, asumía un compromiso a los ojos de los defensores de los animales.
De hecho, el empresario estadounidense cumplió con su palabra y, a partir de la Tesla Model 3, los interiores han sido fabricados en ecopiel sintética o, por utilizar un término hoy en día de moda, «cuero vegano» (términos todos ellos incorrectos, ya que las palabras «cuero» y «piel» solo deberían referirse a productos derivados de restos animales).
Parecería un cuento con final feliz que satisface a todo el mundo, desde los activistas más convencidos de los derechos de los animales hasta los amantes de los coches de lujo, si no fuera por un pequeño detalle: este nuevo “cuero” ya ha empezado a estropearse.
Desde hace algunas semanas, circulan por la red fotos bastante sorprendentes que muestran los asientos de la Tesla cubiertos de burbujas. Verdaderos bultos, imposibles de ignorar. La revista Hog Ring fue la primera en anunciarlo en un artículo y la noticia no tardó en propagarse por la red.
Pero, ¿cómo ha podido ocurrir esto? El interior de la Tesla ha sido diseñado por Ganni, una marca danesa muy conocida por los entusiastas de la moda y el diseño (ciertamente no se trata de un principiante del sector).
Entonces, ¿qué ha llevado a este épico fracaso del tan aclamado y «sostenible» «cuero vegano«?
Piel ecológica sintética: ¿es la verdadera innovación? (Y sobre todo: ¿es realmente » ecológica «?)
Desde el anuncio de Tesla dos años atrás, otros fabricantes de coches de lujo también han empezado a pensar en alternativas al cuero para los interiores de los coches, desde los asientos y los reposacabezas hasta los salpicaderos y los bolsillos laterales. Al igual que con el calzado, los bolsos y la ropa, la búsqueda de materiales sostenibles -pero de calidad- no se ha detenido, ni siquiera a causa de la pandemia.
Un mes atrás, BMW declaró que está considerando un material vegano para los interiores de sus coches: se llama Deserttex, está hecho de hojas de cactus y parece que sustituirá el cuero animal en algunos modelos de BMW.
Esta decisión, tomada también por Audi en pasado, permitirá a BMW reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 40% de aquí a 2030.
Pero no se trata sólo de mejorar la calidad del aire o de proteger a los animales: la alcántara de algunos Land Rover se ha sustituido por el tejido Eucalyptus Melange -un material fabricado a partir de fibras de eucalipto y poliéster-, que se ha definido como más sostenible por el menor consumo de agua y de materias primas utilizadas en el proceso de producción.
Y eso no es todo: en 2021, Volvo ha anunciado que también seguirá el mismo camino, presentando el primer coche «sin cuero«.
Detrás de esta decisión hay un curioso principio: un coche moderno y respetuoso por el medio ambiente debe reducir al máximo las emisiones. Pero, según cierta retórica ecologista, la contaminación por CO2 no sólo la provocan los coches, sino también la ganadería intensiva. Por lo tanto, evitar el cuero auténtico, un subproducto de la industria ganadera, debería ser una forma de reforzar la declaración de intenciones del fabricante de coches de construir medios de transporte más ecológicos.
Y así debería ser.
El “cuero vegano» para coches: un fracaso anunciado
Las intenciones de los fabricantes son ciertamente buenas: adoptar materiales más sostenibles que utilicen menos recursos es, sin duda, una opción a considerar para preservar la salud de nuestro planeta.
Pero de esta forma nos olvidamos de las características fundamentales que deben poseer los materiales utilizados para fabricar los interiores de los coches: resistencia y durabilidad.
Las primeras quejas sobre las «burbujas» en los asientos de la Tesla han llegado desde el blog Tesla Motors Club, en el que varios usuarios han publicado fotos en las que se ven claramente los apoyacabezas y los asientos que tienen burbujas en el material «vegano».
Pero admitámoslo: los interiores de los coches tienen que estar preparados para esto. Si lo que dice Tesla fuera cierto, las personas que poseen uno de sus coches no podrían coger su coche después de bañarse en la piscina, ni podrían desinfectarse las manos una vez dentro, después de las compras. Estas normas son demasiado estrictas, sobre todo en los tiempos que corren, y para personas que viajan en coche todos los días para ir al trabajo, recoger a sus hijos del colegio o ir de vacaciones. En definitiva, para todos aquellos que hacen un uso real del coche.
Ya sea un bolso, un par de zapatos o un asiento del auto, el material debe cumplir los requisitos de sostenibilidad y durabilidad.
Pero, ¿existe un material que pueda ser elegante, sostenible y, al mismo tiempo, duradero?
La respuesta es sí: el cuero curtido al vegetal con tanino.
El cuero curtido al vegetal con tanino: el encanto y la calidad de los materiales tradicionales
Mientras algunos buscan algo «nuevo», un material que satisfaga las expectativas de todos, otros tienen la solución en el bolsillo: el cuero curtido al vegetal con tanino.
Pero, ¿por qué el cuero es más apropiado para un uso práctico que los nuevos materiales «veganos», tan de moda hoy en día?
- Durabilidad: Las pieles curtidas al vegetal son perfectas para los interiores de los coches porque están tratadas para resistir al desgaste de las actividades cotidianas, adoptando rasgos y matices de nuestra vida.
- Sostenibilidad: Las pieles curtidas al vegetal tienen procesos de producción con un impacto medioambiental muy bajo. A diferencia del curtido químico, la transformación de los taninos implica incluso la reutilización de los materiales de desecho como el abono para la agricultura ecológica.
- Singularidad: son los taninos los que le dan al cuero esa característica única que lo hace tan especial, distinguible de otros tipos de curtido.
- Unicidad: el «olor a cuero», por ejemplo, es algo irrepetible, que evoca una sensación inconfundible.
- Economía circular: al contrario de lo que se cree, no se matan animales deliberadamente para fabricar ropa, zapatos o interiores de coches. Las pieles utilizadas para el curtido vegetal con tanino proceden de la industria alimentaria. Si no se utilizaran en este tipo de procesos, estas pieles tendrían que ser eliminadas generando un importante impacto para el medio ambiente. La extracción del tanino también favorece la economía local de los países donde se recoge la biomasa, contribuyendo al desarrollo y la protección del territorio.
Volver a las antiguas tradiciones del pasado no significa rechazar el progreso, sino tomar conciencia de que los procesos y las herramientas del pasado todavía pueden ofrecernos soluciones modernas e innovadoras, que pueden satisfacer las necesidades del consumidor 2.0 pero también del medio ambiente.
Tal vez, en lugar de precipitarse a utilizar materiales innovadores pero todavía poco maduros, sería suficiente con comunicar adecuadamente al público cuáles son las ventajas de usar cuero curtido al vegetal con tanino, también desde el punto de vista medioambiental.
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