La moda sostenible es una nueva forma de ver y entender el concepto de moda en neto contraste con lo que se define y conoce como moda rápida o fast fashion. Aclaremos una cosa: el término moda rápida se refiere a la velocidad con la cual se consumen las prendas y sus accesorios que, temporada tras temporada, son superados por la siguiente colección.

¿Fast fashion en crisis?

El concepto de ‘fast fashion‘ implica una industria que produce rápidamente nuevas colecciones cada temporada que van a reemplazar a las anteriores. El objetivo es llenar los escaparates de las tiendas con nuevas prendas y accesorios. Es un tipo de negocio que necesita ser constantemente “alimentado” para así desarrollar un consumo ininterrumpido. El ‘fast fashion’ es una moda particularmente agresiva desde el punto de vista comercial.

Esto conduce inevitablemente a una lucha por la rebaja de los precios en detrimento de la calidad del producto final (y en algunos casos también de las condiciones laborales). Y muchas veces el consumo no puede seguir el ritmo frenético de la producción.

Según las previsiones de la «Global Fashion Agenda», la principal organización sin ánimo de lucro que agrupa a muchas marcas de moda interesadas en el crecimiento de una economía circular y el medio ambiente, sostiene lo siguiente:

  • El 73% de la ropa que se produce en el mundo acaba en vertederos o se incinera;
  • Menos del 1% de los materiales utilizados en la confección de ropa son recuperados para producir nuevos;
  • menos del 15% de la ropa desechada se recoge para su reciclaje.

Son cifras que nos hacen reflexionar, sobre todo si se tenemos en cuenta los millones de USD que mueve el mercado de la moda. Como en muchos otros sectores, la moda también está atravesando un período de grandes cambios, dictados principalmente por la creciente atención del consumidor hacia el producto.

Todavía existe una visión del consumidor como la de un ser pasivo que compra compulsivamente bienes que muchas veces no necesita, impulsado por el deseo de homologarse.

Pero los datos del mercado indican lo contrario: se está extendiendo una nueva consciencia del consumidor, que quiere saber de dónde proviene la ropa que compra y cómo ha sido producida. Las respuestas a estas preguntas pueden ser fundamentales para tomar una decisión de compra.

Recientemente, «Vestiaire Collective», plataforma de compra y venta de ropa y complementos de lujo de segunda mano, presentó los resultados de una encuesta que mostró que el 80% de los consumidores considera la sostenibilidad como un aspecto fundamental en el mundo de la moda.

Parece que son los llamados Millennials y los jóvenes de la Generación Z quienes buscan activamente consumir una moda sostenible. Una atención que augura un buen futuro.

Moda sostenibile: circularidad, reutilizo, intercambio y reciclaje

  1. Implica la reutilización, reciclaje e intercambio de ropa. Kate Middleton, la futura reina de Inglaterra, nos enseña que no hay nada de malo en reutilizar la ropa. También sus hijos han sido fotografiados con ropa que pasó de su hermano mayor George a su hermana pequeña Charlotte; o en la recuperación de prendas que pertenecieron a su padre, el heredero al trono de Inglaterra, William, para vestir al pequeño George. Reutilizar la ropa es una de las mejores prácticas de la moda sostenible.
  2. Favorece la elección de materias primas que respetan el medio ambiente. A la hora de comprar una prenda de vestir, el consumidor consciente se pregunta de dónde vienen las materias primas con las que se fabrican las prendas o los accesorios ¿Son materiales naturales cuyo origen y respeto por el medio ambiente está certificado? ¿Su producción y la disposición de residuos es de bajo impacto?
  3. Se trata de procesos productivos respetuosos con el medio ambiente y los trabajadores involucrados. El consumidor evalúa la ética empresarial de quienes producen la ropa que compra ¿La empresa respeta a los trabajadores y gestiona responsablemente la adquisición de los materiales? ¿Cómo se organiza la logística? En resumen, el consumidor atento opta por comprar solo a empresas que trabajan de acuerdo con los principios de la sostenibilidad, sea por la elección de las materias primas como de los procesos de producción y distribución.

La moda sostenible aporta un concepto de circularidad con algunos pilares: reutilización, intercambio y reciclaje. Una moda que ya no es desechable pero que se recupera a sí misma y a sus productos para crear otros nuevos o para darles una nueva vida, a través de fiestas de intercambio (ocasiones de trueque por ropa usada) en un mercado vintage o con la colección de ropa en desuso.

De hecho, una moda sostenible no sigue las tendencias del momento sino que crea un sistema de valores que pasa de generación en generación y que sienta sus bases en el gusto por el vintage.

Curtido al vegetal con taninos: un proceso sostenible al 100%

El tanino, extracto natural y protagonista del curtido vegetal, refleja plenamente el concepto de sostenibilidad ¿Quieres saber por qué?

  1. Los accesorios realizados en cuero curtido al vegetal son muy duraderos y esto los hace perfectos para su reutilizo e intercambio. El tanino tiene la capacidad de unirse químicamente a las moléculas del cuero, haciéndolo transpirable y absorbente pero también muy resistente, apto para la confección de bolsos y accesorios que pasan de mano en mano y de generación en generación. Hay un mercado próspero de accesorios y ropa de cuero de segunda mano, amado por los consumidores porque encarna el concepto mismo de economía circular.
  2. Las actividades que giran alrededor del tanino mueven las microeconomías locales, tanto en Italia como en América Latina, favoreciendo las zonas rurales y montañosas. Además, fomentan la protección de los bosques, por parte de las autoridades locales, para una gestión más consciente de los recursos.
  3. El proceso de curtido vegetal implica exclusivamente el uso de tanino como agente curtiente. El tanino es una sustancia 100% natural: de hecho, se extrae de la madera (especialmente la madera de Castaño y Quebracho) mediante un proceso que solo implica el uso de agua caliente, sin aditivos químicos. Además, confiere al cuero tonalidades completamente naturales, con diferentes colores según el tipo de tanino utilizado que van desde el beige claro hasta el marrón oscuro.
  4. El tanino es el actor más importante en el proceso de curtido al vegetal. Es un proceso que conlleva una larga tradición artesanal de origen italiana difícil de imitar, que encuentra su principal centro en la Toscana, entre las provincias de Pisa y Florencia. Desde aquí, el made in Italy se ha convertido en escuela para todo el mundo gracias a expertos curtidores y a empresas que han invertido en tradición y tecnología, dando vida al Consorzio Vera Pelle Italiana. Con el paso de los años, el cuero curtido al vegetal no envejece ni se deteriora, sino que absorbe las huellas de nuestra experiencia, transformando cada accesorio en un objeto absolutamente único.